Poco para decir

A Banfield no se le cayó una idea de la cabeza y perdió increíblemente por 3-1 ante Velez en un partido que comenzó ganando.

¿Qué podemos decir? ¿Qué podemos rescatar de este partido? La respuesta es NADA. El de hoy fue un partido para el olvido, se jugó muy mal, al equipo no se le caía una idea y las cosas no salían como uno quería.

Banfield comenzó el partió tal como lo terminó, sin claridad, perdido y sin poder tener la pelota ni llegar al arco del rival. Hasta que llegó LA jugada en la que el mediocampista Juan Cazares conseguía el penal para Banfield. Bertolo es quien se hace cargo y marca el 1-0 parcial para los de Almeyda. Pero el equipo “se tiró a chanta” y se descompensó completamente. Después de un mal cierre de Mauricio Cuero, la pelota recae en los pies de Yamil Asad que, tomándose su tiempo, marcó un golazo impecable dejando absolutamente sin chances a Fernando Pellegrino y ponía las cosas 1-1. Poco duró esta igualdad, ya que, nuevamente en un despiste defensivo Velez conseguía dar vuelta el encuentro con una gran media vuelta de Mariano Pavone que ponía el 1-2.

Así se iba la primera parte, Banfield cerraba esta con muchas dudas y preocupaciones, y, con el marcador en contra.

El segundo tiempo fue mas de lo mismo, a Banfield seguía sin caerle una sola idea, jugaba mal y el arbitraje tampoco ayudaba (aunque no podemos echarle toda la responsabilidad al arbitraje). No hay mucho para resumir de esta segunda parte, mas allá de los centros de Cazares que caían en manos de Aguerre y el mano a mano de Cuero que también terminó en manos del arquero del “Fortín”... Pero todo se vino totalmente abajo sobre el final cuando Velez, con uno menos, ampliaba la ventaja en una contra que, repito, nuevamente la defensa no supo aguantar, dejó que Pavone marque su doblete de taco en un gol muy parecido al que Cavenaghi hizo algunas fechas atrás poniendo el 1-3.

Muchísimas cosas que replantearse, muchísimo a corregir. Lo de hoy fue bochornoso, sin dudas el peor partido de Banfield junto al 1-4 con River.