Dentro un contexto para nada favorable debido al maldito virus chino que nos viene acechando desde hace mas de un año, Banfield salió a jugar un partido muy chivo ante Estudiantes con 16 bajas a causa del COVID y rescató un empate heroico ante el equipo platense, que hasta pudo ganar de no ser por un error arbitral muy alevoso por parte de Abal.
Quienes debieron ponerse y defender nuestra camiseta hoy fueron nuestros siempre confiables pibes (o mejor dicho, niños) comandados por la experiencia de Arboleda, Lollo, Cabrera y Cuero. Debutan Di Luciano (17), Rodríguez (19) y González (19); además de que Enrique tuvo su primer encuentro como titular.
Arranca el partido, y si el contexto resultaba complejo, todo se complicó mas tras la ráfaga de goles que el elenco visitante marcó (con una pizca de suerte) para ponerse 2-0 arriba cuando solo iban 25 minutos. Para ese entonces Banfield se mostraba impreciso y falto de confianza, cosa obvia dada la cantidad de juveniles puestos en cancha. Pero tuvo las suyas y hasta un penal no cobrado sobre el final del primer tiempo.
El segundo tiempo parecía no pintar mucho mas, pero con el correr de los minutos nuestros pibes empezaron a mostrarse mas confiados e iban metiendo a los de Zielinski dentro de su propia área. Tanto apretó el equipo de Sanguinetti que, al igual que el "Pincha", marcó dos goles en una ráfaga increíble para ponerse 2-2. Impecables centros de González que Lollo y Enrique (de mas que excelente partido) no desperdiciaron. Ya en la última del partido, Pasquini le comete un penal clarísimo a Urzi que el juez Abal decidió no ver. Aparentemente hacer llorar al presidente Russo trajo sus consecuencias.
De esta manera, nuestros chicos se llevaron un punto en lo que parecía una derrota asegurada demostrando de manera épica el verdadero ADN Banfileño. Estos pibes, que hoy nos llenan el pecho de orgullo, nos dejan en claro que hay un gran futuro por delante.
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