En un marco increíble, Banfield se marchó derrotado 1-2 ante Lanús.
Poco para decir: Vivas fue el claro responsable de lo que ocurrió hoy en cancha. El conjunto visitante salió a disputar el encuentro como una verdadera final y llenó de centros el área de Banfield en toda la primera mitad. El "Taladro" nunca pudo entrar en juego (y no lo hizo hasta el minuto 85) y en la última del primer tiempo, Cabral puso el 1-0 con un cabezazo en soledad tras uno de los tantos córners que pateó la visita.
¿Cambiaría la cuestión para la segunda etapa? No. El equipo salió a disputar el complemento como si el encuentro aún estuviese 0-0 y con un cambio que, habiendo pasado horas del partido, no lo termino de entender. Banfield no consiguió incomodar en ningún momento al arquero Monetti y, para variar las cosas, Quirós se iría expulsado (previamente, Troyansky pudo haber sido echado; pero Merlos decidió hacer la vista gorda). A falta de 5 minutos para el final, Andrés Chávez despejó insólitamente hacia adentro del área propia y Orozco puso el 0-2. Fue en este momento donde Banfield recién comenzó a jugar. El mismo Chávez puso el 1-2 y, en una de las últimas, el "Taladro" pudo llevarse un inmerecido empate que fue detenido por las manos salvadoras de Monetti.
Justa derrota que quedó justificada con el PÉSIMO planteo que propuso nuestro entrenador. Hoy Banfield no estuvo a la altura de las circunstancias en ningún momento. Perder no molesta, lo que sí molesta es la actitud y la poca (o nula) planificación que hay hoy por hoy en el club.
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